Lunes, 10 de Diciembre de 2007
Treparon al 38% los casos de adolescentes embarazadas que se atienden en el Hospital local, en su mayoría “embarazos no deseados”. Y suele pasar que son criados en forma no adecuada y sin la figura paterna. Realidad que a la vez deja en evidencia la falta de cuidados a la hora de prevenir enfermedades de transmisión sexual, porque “si hubo embarazo no hubo preservativo”. La recomendación: “Si no hay triki triki no hay bang bang”, tal como los medios argentinos promocionan el uso del condón.
Treparon al 38% los casos de adolescentes embarazadas que se atienden en el Hospital local, en su mayoría “embarazos no deseados”. Y suele pasar que son criados en forma no adecuada y sin la figura paterna. Realidad que a la vez deja en evidencia la falta de cuidados a la hora de prevenir enfermedades de transmisión sexual, porque “si hubo embarazo no hubo preservativo”. La recomendación: “Si no hay triki triki no hay bang bang”, tal como los medios argentinos promocionan el uso del condón.
Autoridades de Salud Pública atribuyen este aumento de embarazos en adolescentes a que se dejó de concurrir a los centros educativos, caso el liceo, a realizar campañas de conscientización, así lo informó a EL ECO el director del Hospital, Dr. Luis Eduardo Muslera.
Ese porcentaje “es muy acotado por corresponder únicamente a adolescentes que se atienden en el Hospital, pero de igual forma es un indicador”, dijo Muslera. “Del 100% de los partos que se hacen en Nueva Palmira, en lo que va del año el 21, 8 fueron de mujeres entre 15 y 19 años, y de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, adolescentes se es hasta los 19, inclusive”.
Los números indican que el 38,09% de mujeres que tuvieron su hijo en el Hospital, "son menores de 19 años, y que no tienen cobertura asistencial privada o por Asignaciones Familiares, por lo que son de escasos recursos económicos”. Pero para tener una “idea cabal del total de las adolescentes embarazadas en Palmira, le pedimos a Camoc que nos diga las edades de los partos que atiende y que son de Palmira, a los efectos de tener un contexto global de la situación, porque lo que nosotros encaremos desde Salud Pública para los adolescentes es para todos y repercute en todos, sin interesar de quién es usuario”.
Pero lo real es que “volvimos a tener un porcentaje importante de adolescentes que tienen familia“, al tiempo en que “no se discontinuó con el programa de Salud Reproductiva, es decir que se siguen entregando anticonceptivos, preservativos, anticonceptivos de urgencia, y se siguen colocando DIU (dispositivo intrauterino). ¿Entonces qué pasó?, que los profesionales que estábamos trabajando extra muros y que brindábamos charlas e íbamos al liceo, por múltiples motivos, hace unos años que dejamos de hacerlo y de repente tenemos que volver a encarar ese trabajo con los adolescentes fuera de lo que es la institución y volver a decirles que tienen que cuidarse”.
De hecho, “estos embarazos adolescentes son porque no se cuidaron, porque no tuvieron acceso a los métodos anticonceptivos. Lo concreto es que éste es un dato importante que hace ver que tenemos que encarar algo que dejamos de hacer o que lo estamos haciendo mal, porque habíamos logrado disminuir ese porcentaje que ahora está en crecimiento”, dijo. Ese embarazo generado, por ejemplo, en una gurisa de 16 años, "es porque ¿decidió tener un hijo planificado con su pareja o fue algo no deseado?; ese es un elemento adicional que también lo puede tener una mujer a los 35 o 40 años; pero a la adolescente se le suma que su aparato genital no está totalmente maduro; que el tiempo del adolescente es de formación para su futuro desempeño en la vida, y en los cuales tiene que vivir determinadas cosas que no pasan por ser madre.
También está que muchos adolescentes a pesar de que no es el momento apropiado desean tener un hijo. ¿Qué pasó en su entorno familiar que a esa edad algunos quieren y otros no quieren?. Por eso la adolescencia se entiende que no es el período adecuado para tener un hijo, por muchos factores: médicos, sociales, psicológicos”, explicó Muslera.
Preocupa asimismo que crece el número de parejas "menos estables, y debemos tener presente la definición de estable porque para las enfermedades de transmisión sexual es después de dos años. Tres o cuatro meses junto a otra persona nos puede parecer estable sentimentalmente pero desde el punto de vista de las enfermedades de transmisión sexual no. Eso surge de las charlas de los adolescentes que de repente es lo que dejamos de hacer”.
Si no hay triki triki no hay bang bang. “Si hubo un embarazo no hubo preservativo; pude haberse utilizado anticonceptivos orales o algún otro método, pero obviamente no hubo condones, lo que quiere decir que están más propensos a contraer HIV, sífilis u otra enfermedad que se contrae a través de las relaciones sexuales. Con el preservativo no se producen esas enfermedades. Hay que usar preservativo”. De ahí el tener presente la campaña argentina que “Si no hay triki triki no hay bang bang”, porque “el uso del preservativo es fundamental para la prevención de la vida, porque si no te contagiás de una enfermedad de ese tipo vivís más años”.
Fuente: El Eco Semanario
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