Miércoles, 16 de septiembre, 2009 - AÑO 10 - Nro.3390
Carencias. Estudio indica que hay dificultades para diseñar programas estatales para adolescentes
El Mides y el INAU elaboraron un informe acerca de las características de los niños y adolescentes en situación de calle que participan del programa Infacalle. Este señala que la mayoría logra aumentar el tiempo en la escuela y bajar las horas en calle una vez que se inserta en el proyecto.
Más de 600 niños y adolescentes participaron, entre 2006 y 2008, del programa integral de atención a niños en situación de calle, más conocido como Infacalle, que persigue promover la inclusión social de estos niños para que recuperen sus derechos y se integren a la sociedad, la escuela y la familia en mejores condiciones, según afirman sus impulsores.
Expertos del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) elaboraron un informe sobre las características y los logros o no que obtuvieron luego de insertarse al programa.
A grandes rasgos, estos niños tienen tres modalidades diferentes de relación con la calle. Algunos de ellos pasan pocas horas en ella y tienen un número limitado de inasistencias a la escuela; otros aumentan su tiempo en calle y, por ende, su ausencia a las aulas. El grupo conocido como de "calle extrema", que vive en la vía pública y ya no estudia, conforma una minoría de alrededor del 1%. El estudio concluyó que las políticas del programa Infacalle no son eficaces para estos últimos, por lo que, en enero de este año, se creó la Red de atención para niños con experiencia de vida en calle, que está enfocada especialmente para ellos, como ya informara LA REPUBLICA.
Exitos relativos
De acuerdo al informe, que estudió la situación de estos niños en tres etapas, la integración a Infacalle permitió que gran parte de los participantes redujeran su tiempo en la vía pública y retornara a la escuela.
Al inicio de la segunda etapa del estudio, se constató que casi un tercio de los niños pasaba hasta tres horas y media diarias en calle. Una cifra similar estaba fuera de sus hogares entre tres horas y media y cinco horas, y el número era casi idéntico para aquellos que permanecían entre cinco y ocho horas.
Al finalizar la evaluación, cuando casi todos los niños llevaban meses participando del programa, dos tercios de ellos se ausentaban de sus casas menos de tres horas y media. Esto significa que, si bien el programa no logra que la mayoría de los niños abandonen definitivamente las calles, sí se concreta el comienzo de un proceso que, en la mayoría de los casos, es paulatino. Por otra parte, el 26% de los niños, durante la segunda fase del estudio, ya había regresado definitivamente a su hogar. En la etapa final del proceso, el 12% de los beneficiarios interrumpió sus horas en calle, y el 16% las disminuyó. No obstante, otro 7% no registró cambios en su situación, que se agravó en el 39% de los casos.
El retorno al hogar permite que, en gran medida, se consolide, paralelamente, un retorno a las aulas. "La asistencia regular aumentó alrededor de 10 puntos porcentuales en cada año", afirma el documento. A la vez, se redujo el número de niños que abandonaba y regresaba a la escuela intermitentemente. Eran el 7,6% al inicio del programa, y el 1,8% al final.
Quiénes son
De acuerdo al estudio, el horario preferido para que estos niños estén en las calles es el que va entre las 14 y las 18, y el 85% realizan una actividad que puede considerarse trabajo infantil, particularmente la mendicidad. Cuando se inició el programa, nueve de cada diez niños llevaba más de un año en la calle y, a medida que aumenta la antigüedad, aumenta también el tiempo diario de permanencia en ella. El 58% de los niños y adolescentes están en las calles junto a sus pares, especialmente familiares, mientras que un tercio se acompañan de adultos y sólo el 7% se encuentra sin compañía.
Estos niños provienen de hogares no sólo pobres, sino en gran medida indigentes, según destaca el estudio. En la última fase de evaluación el desempleo llegaba al 17,1%, mientras que en Montevideo era del 7,9%. Asimismo, mientras el ingreso promedio de los hogares era de .772 en mayo de 2006, en estos hogares apenas llegaba a .983. En el ingreso per cápita la diferencia aún es más evidente: de .165 para el país, baja a 4 para los integrantes de estas familias.
La mayoría de los hogares a los que pertenecen estos niños son monoparentales (el 35,3% en la fase 2 del estudio). En promedio, cada núcleo tiene a dos niños o adolescentes participando de las distintas actividades del programa Infacalle.
FUENTE: La República
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EL ADMINISTRADOR.
hola mi compañera tiene 2 hijos uno de 8 años y otro de 6 ..vivian con sus abuelos al falleser el mismo estan con nosotros pero tenemos 3 mas chicos y no tenemos trabajo ni vivienda . como podemos aser para dejar a estos dos chicos n un hogar de iname ya que no comen ni duermen como deberian ya que no tenemos recursos por fabor si alguien puede ayudarlos desde ya muchas gracias mi tel 094 245 732
ResponderEliminarPor mi parte voy a contestar, pero ningun esfuerzo está de más en éste caso, por favor ayudenmen los que lean éste artículo y el comentario de éste señor.
ResponderEliminarMi intención es ser objetivo apunto al INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO. Si la internación es la última forma de solucionar el problema se debe gestionar...pero creo que hay más alternativas ANTES.