Enviado el Lunes, 29 de Septiembre del 2008
Por Nancy Banchero.
Si bien había algo que generaba expectativa, todo giraba en un documental de 14 minutos, casero, bajo el nombre La historia de Claudia... nuestra historia, realizado por la doctora Sandra Mourelle, Ricardo Rodríguez Krismanich y Luis M. Guadalupe, que había tenido la suerte de ser seleccionado entre los mejores por Firts Fil Festival Of Vice, en un encuentro sobre oncología en Suiza. Se sabía que iba a contar con gratas particularidades: escuchar al internacionalmente consagrado Román Iturburúa en piano y a la propia oncóloga Mourelle acompañándolo en saxo y de esa forma estrenar sus dotes musicales en público. Y punto. Nos equivocamos. Fue una noche de alta emotividad, la historia de Claudia, una joven mujer que falleció de cáncer en la zona rural de Carmelo, sacudió la vida de todos los asistentes. Y no fue poco el público, se apoderó de la sala, la llenó, agotó las 450 entradas; y quedaron muchos, sobre todo de Nueva Palmira, con ganas de ver lo que esa noche se presentaba. Los testimonios sobre el trabajo que se realiza en equipo para contener a los enfermos de cáncer, sobre todo los que pertenecen a Salud Pública (porque de ahí surge el equipo multi-disciplinario), la alegría de hacer más llevadera la vida o el resto de vida del enfermo. Escuchar a quienes conviven con la enfermedad apostando cada día a día a la vida. La espontaneidad, alegría, emoción, afecto y gratitud hacia todos los presentes, de la oncóloga Mourelle y su equipo; el fin que persiguió el documental: trasmitir que con el cáncer se puede convivir, que está la posibilidad de sanar o de una muerte digna, que el Hospital de Carmelo hace todo lo posible por brindar sus servicios a los que padecen esta enfermedad, la labor de su comisión de apoyo. Y el sacudón en todos los presentes, unos que tienen la enfermedad, otros que han pasado por la historia de un familiar con cáncer y conocer -a través del documental- detalles de la protagonista después de fallecida, sobre cómo fue su lucha, su entrega a la familia, su testimonio perecedero más allá de la muerte. Indescriptible. Emocionante. Finalizó "el documental" el viernes 12, en las instalaciones de la sala del ex cine Casino, miramos hacia atrás y sólo vimos ojos enrojecidos o húmedos por las lágrimas, pero no de tristeza o dolor, sino de emoción, de lección de vida, todo lo que trasmitió la doctora Mourelle con su humor en complicidad con Marita Chiesa que hizo la locución, y no queremos nombrar a más porque pecamos de injustos, porque fueron y son muchos los que se brindaron y brindan por "...nuestra historia".Como máximas autoridades oficiales asistieron la ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz, y el intendente Walter Zimmer, que como profesionales de la salud -y no como jerarcas políticos- fueron protagonistas de esa noche mágica. El Carmelo se recaudaron casi 45 mil pesos para el Hospital Artigas, anoche el documental se presentaba en Colonia y el dinero que se reuniera se iba a destinar a la compra de materiales para el servicio de Oncología del Hospital de Colonia. Resta que Nueva Palmira tenga un lugar donde realizar la proyección de la Historia de Claudia y es un hecho que el dinero sería para el Hospital de Palmira.
Perdiéndole el miedo
Cerrando esa noche del 12, sobre el escenario Marita Chiesa, dijo que la Historia de Claudia, "es una historia más entre tantas que desconocemos", y hace peder "un poco ese miedo a la palabra cáncer, porque "es una enfermedad más, con la cual muchas veces podemos convivir: -sin necesidad de sufrir..., sobre todo si ponemos por delante nuestro optimismo -si agradecemos cada día el despertarnos junto a quienes más amamos... -si vivimos normalmente con nuestros tratamientos a cuestas, sin que se transformen en mochilas pesadas..." No dejó respiro al público que se desgranaba íntimamente por la emoción y siguió: "Les puedo asegurar que ¡se puede! Porque las fuerzas aparecen de donde uno menos espera, y las fuerzas son más si nos unimos por una causa común, en este caso la construcción de un servicio de oncología donde los pacientes sean atendidos con la calidez y humanidad que se merecen, como lo hace toda esta gente en el Hospital Artigas de Carmelo... Todos los que trabajaron para que esto sea posible".Marita concluyó recordando una frase del escritor carmelitano Roberto Bertolino de su Libro para Soñadores: Quienes conservan la habilidad de soñar grandes sueños, serán los autores de las más grandes realizaciones. "Quiero retener ese momento"Basta con conocerla para pensar que la sonrisa y la alegría, son dones que nacieron con ella, y el 12, la noche del documental la doctora Sandra Mourelle desplegó todo eso con humor y espontaneidad, que contagió de forma muy natural. "Eran tantas las ganas que tenía de compartir nuestro trabajo (música, documental, grupo ,etc) con todos, que sabía que disfrutaríamos todos la jornada muchísimo", dijo después a EL ECO. Finalizados los aplausos y ya vacía la sala, hizo una fugaz evaluación de lo vivido esa noche: Sentí mucho placer, agradecimiento, tanto cariño !!! Me sentí super mimada!!. No tengo palabras para describir este sentimiento maravilloso. Creo que nunca se vivió algo tan movilizador, quiero retener ese momento, ¡toda mi vida!
FUENTE:http://www.elecosemanario.com.uy/modules.php?name=News&file=article&sid=1539
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