Documental oncológico carmelitano premiado en Suiza

Enviado el Viernes, 22 de Agosto del 2008



La historia de Claudia, nuestra historia.


El cortometraje La historia de Claudia, nuestra historia, elaborado en conjunto por la oncóloga Sandra Mourelle y los realizadores Luis Mario Guadalupe y Ricardo Rodríguez Krismanich, fue seleccionado entre 300 de todo el mundo, para ser exhibido en el Primer Festival Mundial de Cine Oncológico, que tendrá lugar en Suiza a fines del presente mes.

Dicho festival se realizará en el marco del Congreso Mundial de Cáncer que se hará en Ginebra del 27 al 30 de agosto. El cortometraje, basado en la historia de la paciente oncológica Claudia Genuario, será exhibido en ese evento el día 29 del corriente mes, y posteriormente podrá apreciarse en nuestra ciudad a mediados de setiembre en un evento que tendrá lugar en el salón de actos del Hotel Casino Carmelo.

La iniciativa de presentación del documental surgió cuando a fines de 2007 la doctora Mourelle recibió la invitación para participar del Congreso Mundial de Cáncer a realizarse en Suiza, congreso organizado por la Unión Internacional Contra el Cáncer, organización formada por oncólogos, pacientes y familiares de pacientes. Paralelamente al congreso, se invitó a los participantes a presentar trabajos fílmicos relacionados con el tema, los cuales serían luego seleccionados y presentados en el denominado Primer Festival Mundial de Cine Oncológico.

Tal idea interesó a la doctora Mourelle y surgió en ella la iniciativa de hacer algo al respecto. Con un guión inicial en su cabeza, poco tiempo por delante y mínimos recursos económicos, la doctora recurrió a la reconocida dupla fílmica Guadalupe y Krismanich, para recrear la historia de Claudia Genuario. Por diferentes circunstancias que les ha tocado vivir, Guadalupe y Krismanich han tenido a nivel familiar historias que mucho han tenido que ver con la oncología. Tal situación hizo que sus aportes a la película tuvieran el toque especial de aquel que ha vivido cerca del cáncer y sus consecuencias.

Imágenes con sentimiento

La película, de 15 minutos de duración, toca el tema oncológico con tal sutileza, acierto y excelente formato fílmico, que fue seleccionada como uno de los mejores 40 trabajos entre los 300 presentados por personas de diferentes partes del mundo ligadas al tema. La historia que relata el cortometraje es real. “Es el caso -explicó la doctora Mourelle- de un cáncer de mama de una mujer joven, casada, con dos hijos y abarca las diferentes etapas desde el diagnóstico hasta su muerte. La idea fue mostrar cómo vive una persona en el interior de nuestro país con esas características”. El director y guionista Ricardo Rodríguez Krismanich contó haber realizado una adaptación del monólogo inicial que le presentó la doctora Mourelle. “Me gustó por varias razones, dijo, entre ellas porque me pareció que estaba muy bien escrito, con un relato verdaderamente muy fuerte. Yo tenía que adaptarlo a imágenes, cosa que no era sencilla, ya que se iba a filmar con actores reales, con familiares. Me imaginé un encuentro con la familia y lo imaginó como un encuentro real de la doctora y la familia de la muchacha que falleció, para luego transmitirlo a la pantalla”.

Por su parte, Luis Mario Guadalupe, en su carácter de técnico fotógrafo, camarógrafo e iluminador, relató que el cortometraje transcurrió “adentro de un auto, donde la doctora va contando el caso y cuando llegamos a la casa de los familiares filmamos en tiempo real, con toda la espontaneidad de lo ocurrido. Puede haber mucha técnica, mucho equipo, pero esa espontaneidad no se consigue actuando”, aseguró.

La realización de la película contó con el apoyo de mucha gente.

“En el subtitulado del filme al inglés colaboraron Sandra Paz y Mariela Cuello. Walter Gómez fue fundamental en el sonido.

El Padre Wolcan también colaboró al igual que todo el equipo oncológico que habitualmente trabaja con la doctora Mourelle.

Dos de los temas musicales son de intérpretes norteamericanos sobrevivientes del cáncer, otro es de Popo Romano que no tuvo inconveniente en que pusiéramos su música, y el otro es de Jaime Roos quien también accedió gentilmente a que incluyéramos su música en el documental”.

Una vez finalizado, “el cortometraje nos sorprendió gratamente a todos. Era algo que estaba latente y que felizmente pudimos expresarlo correctamente en la pantalla. Fue algo así como una comunión de cosas que se dieron cita en un lugar determinado. Tiene que ver con la misión que cada uno tiene en la vida. Eso habla a las claras de que fue un buen trabajo de equipo. Y creemos que eso fue parte de lo valorado por el jurado que estuvo integrado por especialistas, periodistas, pacientes, sobrevivientes y familiares. Ellos valoraron, entre otras cosas, la calidad técnica, la pasión por contar la historia, el esfuerzo por contarla, la forma de tratar la temática oncológica de la historia, y cómo fue tocado el tema en líneas generales”, señalaron.

Fuente: http://www.elecosemanario.com.uy/modules.php?name=News&file=article&sid=1396





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